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Mostrando las entradas de enero, 2010

7. Pedrito el tonto o las tribulaciones de una niña de treinta años.

Acá en San Cris hay, por lo menos, 5 estaciones cristianas en el cuadrante radiofónico (las otras opciones son: la estación de la marimba, la estación noticioso-cancioneropicot cuarentas, cincuentas y algo más, Raggeaton 94 -de la cual confieso que soy asidua escucha- y la opción "pop" (entrecomillado porque más bien es un refrito de Universal Stereo mezclado con música clásica a la hora de la comida). Normalmente trato de evitar las estaciones cristianas, pero en ocasiones es casi imposible no quedarse oyendo lo que se oye... "mujer, obedece a tu marido, quien es el interlocutor entre Dios y tú", "Debes tener fe porque Dios sabe lo que haces cuando estás solo en tu cuarto"... and so on. Hoy me chuté la historia de Pedrito el tonto antes de bajarme del coche. Pedrito era un muchacho que mató a un pato accidentalmente con una bola de beisbol y no se atrevía a contárselo a su mamá; sufrió el martirio de ocultar un secreto hasta que decidió decírselo sólo par

6. Reciclaje

No sé si el reciclaje esté permitido en esto del reto, pero sospecho que la sequía de este paraje me permitirá refritear dos que tres palabras que escribí hace más de un año. Cito textual un texto que tenía en los borradores de este blog y que como tantos, nunca terminé. Me parece fantástico y ni siquiera recuerdo que esto haya ocurrido (si no fue verdad creo que ese día andaba desbordando creatividad) _________________________________________ ¿La fuerza estará conmigo? Hace dos noches soñé que el doctor me decía que mi malestar estomacal se debía a que yo tenía poderes de Jedi atorados y que tenía que usarlos. Yo incrédula decidí que tenia que comprobar la presencia de La Fuerza en mí, así que hice lo que toda persona cuerda haría en tal situación: acudir a un boliche. En la pista 8 del bowling de Reforma e Insurgentes comprobé que lo que me había dicho el doctor era verdad, pues hice unas veinte chuzas sin siquiera tocar la bola, simplemente tenía que usar La Fuerza para empujarla so

5. El reencuentro.

Pensaba que con cuatro entradas había librado aquello de mi bloqueo, pero no. Circunstancias adversas me permitieron no sentirme mal por no escribir en varios días, pero debo confesar que en los últimos cuatro días pude haber hecho algo para remediar mi ausencia en este espacio. "No sé qué escribir" es lo que me viene a la mente cuando entro a mi cuenta de blogger. Quien me haya leído anteriormente recordará my usual rant sobre mi falta de inspiración y mi paranoia por ser sumamente repetitiva. Por eso, y porque tengo la idea de que tengo que escribir desde el corazón, es que, cuando siento que no siento, no escribo nada y no he escrito nada en tanto tiempo. Hoy es uno de esos tiempos en los que no siento mucho. Estoy de vuelta en mi casa; este domingo la llené de plantas, compré leña para quitarme el frío de adentro y que venía después de una semana llena de desvelos y sentimientos raros. Tan raros que siento que no los he sentido yo y no sé cómo contarlos. De todas formas,

4. Jueves que sabe a miércoles

...miércoles, nos cuesta creer que la vida no se va a acabar, ¿crees que algún día pueda inhalar la calma que tanto me hace falta? Busco el aroma de las hojas mojadas, entre el veneno de motores. Lo de ayer ya es pasado, no, no tengo tiempo para recordarlo, enterrado para olvidarlo, se cierra el capítulo... Esta semana me pasó muy rápido. Todo pasó muy rápido y sin aviso. Las cosas así pasan sin aviso. Recién llego y ya voy de regreso. No sé si voy a poder seguir el reto desde allá, pero lo intentaré. Al final de cuentas, hay que seguir y hay que seguir. ...busco el aroma de las hojas mojadas, entre el veneno de motores y su escándalo, tranquilizando mi mente y mi cuerpo no espero nada más, no quiero más...

3. Del lado de acá

Estar lejos me hace sentir que el tiempo pasa más. No más rápido ni más lento, simplemente más. No hace ni tres días que volví de Xalapa y ya siento que llevo mucho tiempo aquí otra vez. Mi vida en el lado de acá está totalmente aislada de todo. Tiene sus propios comienzos y finales que no comparto todavía con el lado de allá; y eso, aunque se siente bien, me recuerda cómo fácilmente puedo separarme de todo, cómo yo misma evito mezclar esos mundos para que todo permanezca intacto, y así poder tener una colección de esferitas de lados distintos y gente ajena entre sí. Hoy quisiera no sentirme tan lejana. Hoy me siento como que el regresar a mi esferita es un poco egoista. Quisiera estar allá en serio, aunque sea desde aquí, otra vez con mi familia porque sé que me necesitan, o que necesitan saber que estoy con ellos (aunque muy probablemente lo saben). Sé que puedo ir en todo momento (tampoco es que esté en Siberia) pero en estas circunstancias me incomoda la idea de tener para mí un es

...con zapatos de tacón

Alguna vez hablé aquí de mi dificultad para comprar zapatos nuevos. Lo que no recuerdo haber contado es mi extraña afición por los zapatos de tacón, siendo que mi estilo de vestir es más bien, digamos "laid back" y evidentemente antitaconístico. Lo de la dificultad para comprar zapatos es a tal grado patológica que puedo pasar varios años usando los mismos tenis (día tras día) aunque tengan hoyos en la suela y no sostengan más mi peso, y la verdad es que muchas veces quisiera no usar tenis todo el tiempo, pero no logro encontrar un estilo de zapatos bajos que me gusten y acomoden. En este dilema entra la cuestión del zapato de tacón . Y es que de un tiempo para acá me dí cuenta que me sientan bien los tacones y no sólo eso, sino que me gusta usarlos, subirme unos cuantos centímetros y caminar, como dice Bronco: con estilo . Esto debería de ser totalmente aceptable y normal para alguien de mi edad; al final, un cambio de estilo en el vestir no significa nada demasiado impo

1. Retos de año nuevo

Seguro, seguro no sé en lo que me metí. Pero no me aguanté las ganas de tomar el reto. No porque se viera fácil, sino porque se ve (se ve, se siente...) muy liberador, y, sobre todo, porque de alguna forma tengo que obligarme a hacer las cosas que de un buen tiempo para acá me he negado a hacer por pura desidia. Empieza el año, y a diferencia de otras veces, no tuve un cierre/comienzo de ciclo oficial. No hubo fiesta de fin de año, que es lo que normalmente me ayuda a, por lo menos, marcar el final--- con uvas, con abrazos, con un buen atracón, etc. Y no sentí que algo se terminara para dar inicio a algo nuevo. Tal vez por eso mi lista de "propósitos de año nuevo" fue sólo un garabateo de ideas en una libretita sin chiste que tenía por ahí, y tal vez por eso decidí agarrarme al reto de escribir en este blog cada día del mes como un ancla para ordenarme. No sé si me vaya a servir para eso (definitivamente sé que servirá para muchas otras cosas) pero lo tomo más o menos en ese