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Mostrando las entradas de octubre, 2006

(Sábado 14 de Octubre de 2006 )

Qué hago a esta hora, qué hago en todo el día, qué hago siempre? Pienso, me pienso a mí en otros momentos, en otros lugares, me pienso en este lugar que a veces pienso un lugar de mierda y a veces no. Pienso en mí y pienso en mi vida excesivamente cómoda, pienso en los excesos de esta ciudad, en los excesos aburridos, los excesos de la moda, lo frío de las calles. Estoy feliz, estoy triste, estoy ansiosa por vivir algo, estoy ansiosa por vivir lo que ya viví, estoy queriendo que mi vida deje ser una suma de semestres, tengo ganas de cenar con unos amigos que no tengo, que ya no tengo, que no están aquí, tengo ganas de dejar de pensar hacia adentro, de sentirme tonta, quiero dejar de querer oír música en español. Quiero cantar Quiero Será que con la luna que no se pone redonda se nos va la inspiración Quiero escribir Quiero querer escribir otra vez Quiero empezar una historia así: Así empieza esta historia, en un departamento alumbrado de amarillo y yo escribiendo, escuchando a Mecano,

Via San Salvatore

Imagen
Mi calle es tan bonita que cada vez que pasa alguien me asomo a la ventana para que vean que YO y sòlo yo vivo ahì.

¡ya!

Ya me conecté a Internet con mi lap!

mancanza de internet y otros problemas técnicos

Maldiciòn maldiciòn. En este pueblo no hay Internet inalàmbrico. No existe, no se han enterado de que es màs fàcil y conveniente que -por ejemplo- prestar cables de red en el escritorio de la biblioteca, y a cambio de tu credencial de estudiante, como si fueran libros. Tengo algunas teorìas al respecto, pero la màs aceptada -por mì y sòlo por mì obviamente- es que los italianos son tan paranoicos que no quieren que "cualquiera" se conecte a internet sin que ellos tengan el poder de supervisarlo (esta teorìa se comprueba con la llegada de la "ley antiterrorista" que obliga a los usuarios de los cafés internet a dejar una copia de su pasaporte--claro, porque casi todos los usuarios de los cafés internet no son italianos, sino inmigrantes y esto es un motivo de sobra para desconfiar de sus andanzas por la red) En fin, como ademàs de todo la universidad tiene horario de oficina de gobierno me es casi imposible escribir mails, actualizar el catatònico blog y leer el peri

my usual rant

Hoy me desperté con una nostalgia enorme. Nostalgia por oír ruidos conocidos y oler aromas que se huelen de mañana en Puebla. Nostalgia por comer una torta de tamal. Nostalgia y extrañamiento, ganas de hablar español y de no oír los tonos altos del italiano. Nostalgia y un poco de enojo. En nada me ayudó leer a las seis de la mañana un cuento tristísimo de Carlos Fuentes sobre mujeres que trabajan en las maquilas de Ciudad Juárez. La miseria de la historia me dio más nostalgia y me sentí muy mal; luego me volví a dormir y soñé que tenía el pelo largo otra vez, pero esta vez era más negro que nunca y me gustaba llevarlo suelto, como la protagonista de otro cuento de La Frontera de Cristal. La nostalgia se quedó todo el día. Me enojé por haber decidido tomar el curso de historia de América Latina – ¿qué hace América Latina en las caras de las niñas italianas, compungidas, deseosas por ir a Chile y ser voluntarias en Guatemala? ¿Qué hago yo aquí, estudiando lo que nunca estudié allá, con

Insomnio

Quien tenga insomnio constantemente seguro que entiende este post. El insomnio es el eterno compañero de mi vida, viene por temporadas y se queda, o viene una noche de tantas y se va, pero no me deja olvidarlo, no me deja no me deja. A veces, como aquello del huevo y la gallina, no se si soy yo la que lo llama y se predispone o es que lo siento venir y desde antes de acostarme ya se que no dormiré, aunque también hay veces que me sorprende y otras en las que brilla por su ausencia siendo la excepciòn a la regla y también sorprendiéndome. Las causas de mi insomnio son provenientes de mi màs profundo ser nervioso y neuròtico, y vienen en los màs diversos matices. Ahi van algunas: El compartir cuarto y/o cama con alguna persona que no sea de mi entera confianza dormitiva (i.e. cualquiera excepto novio y miembros de mi familia nuclear); cambio de casa, cama o recàmara; mucho frio o mucho calor (principalmente en los pies--el frio se resuelve, pero el calor no), pesadez estomacal (el insomn