Puedo seguirme repitiendo al infinito. Total, siempre hay madrugadas como esta que siguen a un día lleno de evasión en el cual di prioridad a la bruma que me llena la cabeza. Quizá por eso no me dejo ir a la cama antes de desenredar los hilos que traigo adentro: tengo miedo de no dormir otra vez, de empezar a angustiarme y a compadecerme de mi pobre vida. Otra vez.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Notas

Un esfuerzo

El miedo no anda en burro