Me gusta que mi casa sea mia

Te la robé, velvet, porque -como no pocas veces- tu post se parece mucho a lo que quiero decir en estos días.
En estos días la he disfrutado muchísimo mi casa. Hoy la limpié después de una fiesta multitudinaria en la que al parecer todos padecían de mi síndrome aquel de verter ininterrumpidamente el contenido de sus copas en el suelo al bailar. La limpié y en el transcurso del día recibí a gente que venía a recoger cosas y llevarse otras, comer migajas de pastel y evaluar los daños de anoche. Los últimos llegaron a comerse las cantidades aparatosas de comida que sobraron ayer y a aprender a hacer margaritas, mientras nos las tomábamos.
Hoy fue un día en el que no hice mucho más que "recibir" -como dirían esos manuales de urbanidad que tanto nos gustan- y tal vez me gradué en el oficio, sobre todo porque me encantó hacerlo. Sentí que realmente esta casa ya es mía y que ya vivo aquí aunque nada me pertenezca. Me gusta mi casa y me gusta la gente que viene y que no me avisa que va a venir. Y me gusta que se lleven cosas y luego me las devuelvan. Y me gusta que me guste.

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