Let it Rain

A las 16:59 y con los pies empapados me siento a reanudar el día de trabajo que ha sido menos que productivo (tampoco muy diferente a lo que ha sucedido las últimas semanas). Tengo sueño y prefiero no reanudarlo tan de pronto, y mejor escribir aquí para ponerme al corriente, porque de todas formas hoy no puedo ponerme seria y trabajar bien.
Lo pesado de los tenis se hace un poquito más evidente porque traigo un hoyo en la panza y la sospecha (o certeza) de que no sé todavía cómo plantarme en mi realidad y en mi vida y apechugar lo que venga y lo que hago. Y además no sé darle a las cosas su justo peso (no más). Y no sé un millón de cosas más.
Hay días como hoy en que me siento super infantil y me dan ganas de no oír nada, no saber nada, ni hacer nada: meterme a mi cama, ver la tele y esperar a que todo se solucione solo.
Pero como no se puede, y encima de todo llueve (llueve encima de todo), tendré que hacerme un poquito grande y seguir haciendo lo que tenga que hacer mientras se me secan los pies. Qué más da: let it rain.

Comentarios

yo mera dijo…
me encanta,
esto de forzarnos a escribir y a leernos me encanta también. ánimo y que los pies se sequen pronto, el hoyo en la panza no te paralice y tu realidad no te aplaste.
muchos besos desde una puebla también lluviosa y un cuarto asolado por las goteras y la humedad.

Entradas más populares de este blog

Diez años

El miedo no anda en burro