To own a rubbish bin

Me gusta tener un bote de basura donde pueda echar papeles que corto en dos, luego en cuatro. Es difícil escribirlo así, la palabra más exacta es 'tear'. Me encanta hacer eso y tener un bote de basura a los pies para tirarlos.
Ahora tengo nueva oficina y había olvidado conseguirme un bote, luego me hizo falta para las cositas que siempre salen en las oficinas, como grapas desengrapadas, y, sobre todo para aquello de los papeles cortados en dos y en cuatro. Entonces una señora que andaba por ahí se robó uno de una oficina vacía y me lo regaló.
Yo no sé, pero los botes de mi casa no sirven tanto para eso porque ultimamente no tengo muchos papeles que romper, lo cual se explica, creo yo, porque no hago ya nada que me haga acumular papeles. De hecho no produzco nada, ni acumulo ya cuadernos, ni flyers, ni fotos que después tenga que tirar. Y eso me pone un poquito triste porque quiere decir que estoy como metida en un círculo de rutina y no estoy haciendo otras cosas que provean a mi vida de papeleria inútil, algo que por alguna razón es muy importante para mí, por lo menos ahora.
Y la verdad es que el romper los papeles que ya no necesito en la oficina no me causa tanto placer como si fueran míos.

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