plano vacío

De repente el eco que llena la casa me hace acordarme de que no hay nada. Todavía no hay nada en ella. Sin embargo no se siente tan sola, se siente extraña y como si estuviera sólo esperando a ser llenada. Y sin saber de qué cosas va a ser llenada.
La casa
El espacio blanco con lámparas amarillas
Y la mesa
Por eso los comienzos son raros, sobre todo estos en los que no se sabe bien qué se está empezando. Sobre todo cuando la vida parece que está yendo hacia donde no pensé que podría ir porque no pensaba que hacia allá podría ir bien.
Y es por eso que da un poco de miedo. Porque no sé si vaya a ir bien, y porque no sé si va a haber un punto desde el cual pueda regresarme.
Porque todo mundo sabe que a mí me gusta regresarme, y volver a empezar jalando para otro lado.
Y por eso el departamento que espera ser llenado es como un recordatorio de que pude haber pasado el punto sin retorno
De que ahora me toca quedarme y de que tal vez me guste
O de que tal vez se vuelva todo estable y que aún así mi situación no cambie.
Y entonces qué caso tiene, qué caso tiene si aquí y así voy a estar igual que allá: en silencio, caminando, encantada con las jacarandas, lejos de todo y como esperando algo, esperando a ser llenada.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Diez años

El miedo no anda en burro