The walker

Hoy fui a un restaurante y comí como una loca, o como las locas deben comer, pescado, caracoles, pan, papas, vino, café, postre, no, postre no gracias porque estoy llena y estoy satisfecha gracias. Y la gente hacía barullo alrededor, y la mesa la teníamos que compartir con unos alemanes y unos portugueses cansados y llenos de camarones y vino también ellos. Y al final pagamos poquísimo, y al salir no se podía caminar en la calle, de tan llena de gente. “Y es lunes” pensé. Pero mañana es uno de mayo y nadie tiene que hacer nada. Y mi abuelo cumple años, tantos años que cumple que ya ni sabemos contarlos y de seguro también él comerá como un loco y tomará… mi abuelo superman, mi abuelo el gruñón, mi abuelo el bailador. Salud abuelo, cada uno de mayo cumples y cada uno de mayo es feriado.
Y Lisboa llena como siempre. Y para mí el pasado fue hace años. Y el futuro no está todavía, y no importa. Y todo por un pescado frito y unos cuantos vasos de vino.
A veces soy mundana a morir.

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