Y sigue

Ya tengo cámara nueva. Por fin me atreví a no querer una gran cámara porque no soy una gran fotógrafa y porque es bonito tener un coso para documentar mi vida en imágenes. Así que me compré la más barata de las menos pinches. Está bonita pero es pequeña.
Me siento extraña porque tiene muchísmo tiempo que no ando con una cámara en la bolsa y la mayor parte del tiempo me olvido de ella.
He tomado poquísimas fotos, casi todas son felices insignificancias (pero este maldito blogger no me deja subir nada)
Estoy contenta

Este post puede considerarse una continuación de éste otro.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Diez años

El miedo no anda en burro