Soundtrack: Random playlist of Radiohead uninteresting rarities downloads
Tenía años que no oía a Radiohead.
No sé por qué ya no lo oigo, antes me hacía llorar horrores. Cuando tenía como 18 años y hasta que cumplí unos 24 Radiohead era para mí como rezar. Me acompañaba y me hacía sentir bien, o me hacía sentir tan mal que me hacía sentir bien. Lo oía y lloraba, lloraba y necesitaba oírlo. No oía casi nada más, todo lo demás era superfluo, Radiohead me hacía pensar y todo lo que pensaba tenía esa especie de desesperación desesperanzada que hay en su música; no puedo decir ahora todo lo que influyeron su música y sus letras en mí, es algo enorme en mi vida.
Después se me quitó la dependencia, pero se me quedó el amor por ellos, más que amor veneración, veneración a la voz de Thom Yorke, veneración a mis lágrimas pasadas, qué sé yo, veneración a mi historia dramática con soundtrack; al final más que nada veneración al pasado, tal vez idealizado, de mí misma.
Luego vino el olvido, dejé de escucharlos, oía, y oigo sólo algunas canciones algunas veces, nunca más un disco completo… ok, tal vez The Bends completo, y tal vez. Pero jamás OK Computer y nunca, nunca Amnesiac, me da miedo, miedo y respeto. No puedo ponerlo y enchinarme las pestañas, no puedo poner Amnesiac y cocinar o barrer como si nada. Y la verdad es que hoy, triste o felizmente, por alguna extraña y no muy bienvenida razón no puedo sentarme a escuchar música y pensar (pensar/llorar) con ellos, no tengo tiempo.
Así me doy cuenta que he cambiado, que aún y cuando pienso y sufro por las mismas cosas (qué raro) ya cambié y de algún modo soy menos intensa, menos dramática; me doy cuenta que ya no me tomo tan en serio.
¿Es bueno, es malo?
No sé, es 27 años, a partir de hoy.
No sé por qué ya no lo oigo, antes me hacía llorar horrores. Cuando tenía como 18 años y hasta que cumplí unos 24 Radiohead era para mí como rezar. Me acompañaba y me hacía sentir bien, o me hacía sentir tan mal que me hacía sentir bien. Lo oía y lloraba, lloraba y necesitaba oírlo. No oía casi nada más, todo lo demás era superfluo, Radiohead me hacía pensar y todo lo que pensaba tenía esa especie de desesperación desesperanzada que hay en su música; no puedo decir ahora todo lo que influyeron su música y sus letras en mí, es algo enorme en mi vida.
Después se me quitó la dependencia, pero se me quedó el amor por ellos, más que amor veneración, veneración a la voz de Thom Yorke, veneración a mis lágrimas pasadas, qué sé yo, veneración a mi historia dramática con soundtrack; al final más que nada veneración al pasado, tal vez idealizado, de mí misma.
Luego vino el olvido, dejé de escucharlos, oía, y oigo sólo algunas canciones algunas veces, nunca más un disco completo… ok, tal vez The Bends completo, y tal vez. Pero jamás OK Computer y nunca, nunca Amnesiac, me da miedo, miedo y respeto. No puedo ponerlo y enchinarme las pestañas, no puedo poner Amnesiac y cocinar o barrer como si nada. Y la verdad es que hoy, triste o felizmente, por alguna extraña y no muy bienvenida razón no puedo sentarme a escuchar música y pensar (pensar/llorar) con ellos, no tengo tiempo.
Así me doy cuenta que he cambiado, que aún y cuando pienso y sufro por las mismas cosas (qué raro) ya cambié y de algún modo soy menos intensa, menos dramática; me doy cuenta que ya no me tomo tan en serio.
¿Es bueno, es malo?
No sé, es 27 años, a partir de hoy.
Comentarios
Mi disco favorito: Four Calendar Cafe de Cocteau Twins. Nunca me cansaré de oírlo.