Por fin, la larga historia de la cámara rota, las vacaciones sin fotos y otras anécdotas familiares

Mi papá tiene una cámara Olympus que le regaló mi abuela cuando él tenía 23 o 24 años. Mil veces hemos -mis hermanos y yo- escuchado loas a la Olympus y sus maravillosas fotos. Y mil veces hemos visto a las efectivamente maravillosas imágenes de mi mamá y su pelo largísimo, mi papá con barba y huaraches (huaraches, mi papá!) en los jardines de CU o las afueras de Plan de Arroyos, o de nosotros niños de principios de los 80 en casas de principios de los 80 y piñatas de principios de los 80. Todas éstas, las fotos, con un breve marco blanco y un acabado mate lindísimo, colores deslavados y alta definición son las imágenes de mi memoria, y vienen invariablemente acompañadas por 'La primera mentira' y 'Yo pisaré las calles nuevamente' de Silvio y Pablo, respectivamente. Por su lado, la Olympus ha siempre estado por ahí, mucho tiempo en una funda de falsa piel super delgadita, mucho tiempo sin funda y desde hace unos diez años en estuche 'deportivo' que no le va para nada. Creo que ocupa un lugar importante en nuestra memoria familiar colectiva, aunque nunca le hayamos hecho mucho caso, sobre todo desde que empezaron a llegar las cámaras con flash integrado y nos dimos cuenta de que todos los demás tenían mejores fotos que nosotros. Lo curioso es que la Olympus dejó de ser usada, pero nunca fue sustituida. Muchas cámaras han pasado por la familia, pero todas eran versiones tipo Kodak 110 desechable o casi desechable para salir del paso en vacaciones porque la Olympus no tenía flash (no se por qué no compraban un flash en vez de comprar tanta cámara chafa.) Una de las cantaletas constantes de mi madre en esas épocas ochenteras era “necesitamos comprar una buena cámara” olvidándose sacrílegamente de los talentos de la Olympus. El caso es que nunca lo hicieron, y muchas veces sacamos copias de las fotos de mis tíos u otras personas. Podíamos ser una familia sin ‘buena cámara’ pero no una familia sin fotos.
Cuando mi papá me compró mi cámara Nikon F510 el 2 de Julio del 2000 (para documentar las elecciones) me la compró a mí, no a la familia, y sólo porque a mí me ‘interesa la fotografía’ y necesitaba una ‘buena cámara’ para la universidad. Las fotos de mi cámara han sido siempre para mí, y no podrían cumplir la función de registrar la memoria familiar porque yo gasto los rollos sacando “postales” y, puesto que tampoco me he molestado en comprar un flash, las fotos de fiestas familiares salen siempre movidas y amarillas, un tono que las hace verse muy ‘artsy’ para cualquier álbum. Una discusión recurrente entre mi mamá y yo es la de mi cámara y mis fotos vacacionales, porque según ella no sirven para nada si no salgo yo (para eso se pueden comprar postales) y según yo si salgo yo la foto no sale bien (pretexto para evitar que alguien más use mi cámara, o complejo de fea.)
Al inicio de este viaje me dije a mi misma que iba a darle gusto a mi madre e iba a procurar salir por lo menos en una de cada 6 fotos sacadas con mi cámara, lo cual no había sido muy difícil pues me dio una racha de no tomar fotos en añoranza de una cámara digital –debo hacer un paréntesis para explicar que mi relación con la fotografía es inconstante e insegura, por lo que frecuentemente me atacan este tipo de rachas- así que me empezó a dar flojera cargar con la cámara, y los rollos, y el estuche (¡Blasfemia! ¡Blasfemia!). El proceso fue gradual, por lo que para el final del semestre ya no usaba la cámara para nada (lo que explica el que casi no tenga fotos de Bergamo) y para cuando empezaron las vacaciones de diciembre y El Gran Viaje tenía muchas dudas sobre si llevar la cámara o no. Al final decidí llevarla (Roma, Berlín, Praga lo merecían) pero sin estuche. Sí. Sin estuche. ¡Sin estuche!. “Porque hace mucho bulto” “porque llevo una mochila” “porque si la Olympus resistió tanto tiempo, ¿por qué la Nikon no? En fin.
Roma, día 1. La Nikon en la mochila. Fuente de (Gloria) Trevi, momento fotográfico tipo Cartier-Bresson. Rush para sacar la cámara del hábitat compartido con botella de agua, naranjas, mapa del metro, suéter, etc. Jalón fuerte al objetivo. Cámara atorada entre botella y naranja... kaputt. En mis manos, con mis manos (se aceptan abucheos).
Después de un largo silencio decidí que podía haber algo positivo en el viajar sin cámara, y para el final del día me sentía todavía triste y enojada, pero completamente liberada de la responsabilidad de documentar mi viaje, convencida de que tenía que registrar las imágenes en mi memoria y recordar esas en vez de las impresas en papel, decidí que las fotos sirven para dar evidencia de lo visto, y yo no necesito evidenciar nada, y decidí que iba a ser más feliz sin ellas.
Es obvio que esta asertividad me duró dos días, y es aquí donde la Olympus regresa a esta historia, porque el hermano Juan la traía consigo y la ausencia de la Nikon la convirtió otra vez, y después de tanto tiempo, en La Cámara Familiar. Yo seguía un poco anárquica al respecto y me limité a posar de vez en cuando, no tomé casi ninguna foto y le dejé toda la responsabilidad de la documentación al Hermano Juan, eso sí, siempre confiando en la ulterior capacidad y el talento de la Olympus, sin tener idea de que ella renunció a esta labor desde hace muchos años y se dedica a sacar fotos fuera de foco.
Aquí lo más rescatable de 72 fotos.

Comentarios

José dijo…
buuuuuuu!

no le puedo decir que no a una invitación para abuchear.
baldhor dijo…
Lo bueno es que te aguantaste la tentación de hacerlo en vivo y además te esperaste como tres meses
José dijo…
no, no, lo que pasa es que no me habías invitado a abuchear, y como soy un caballero espero siempre primero la invitación cuando se trata de una dama
baldhor dijo…
No, de hecho gracias por no haberlo hecho en vivo. Creo que me hubiera desecho en lagrimas y me hubiera enojado contigo(amargadamente)ya que suficiente tenía con el abucheo interno
Nótese que me tardé tres meses en exteriorizar mi frustración.
José dijo…
Lo noto, lo noto. En verdad fue un chiste (malo por cierto) y obviamente no lo hubiera hecho nunca hace 3 meses porque notaba tu agüitación masiva.

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