La que no quiero ser
No quiero ser tímida, callada o insegura. Nunca me ha gustado, aunque siempre he sido así, no se por qué.
Están las cosas que me hacen hablar, y están otras que me hacen discutir, hay unas que me hacen reir y muchas otras que me hacen callar. Estas últimas son cada vez más, y no porque me haya vuelto muy sabia y prefiera observar, sino porque hay veces que en verdad, en verdad, no tengo nada que decir. Es como una especie de overwhelming pánico a la hoja en blanco, pero no solo en papel, también en la vida que pasa delante de mi. Es timidez, es bruma en la cabeza, es inseguridad. Es demasiado. Sucede hacia fuera y sucede hacia dentro, o sea, callo hacia fuera y es malo, pero callo hacia dentro y eso es más malo, creo. Lo extraño es que ultimamente prefiero no pensar mucho las cosas, las dejo estar un rato en mi, y después las aviento en mi distracción.
Con el tiempo he ido dejando a un lado los medios de documentación de mi mente, y de hecho enfrento grandes problemas manteniendo estse blog. El diario adolescentil (que sobrevivió mas de diez años) ya fue abandonado,( aunque sigo cargándolo a todas partes), el firme propósito de documentar mis reacciones a las películas que me gustan o que no me gustan es una tarea imposible, mi cámara se rompió y no he hecho nada por repararla, no puedo ni siquiera escribir un reporte de lectura (aunque eso se puede atribuir a otra gama de paure).
"Moriré sola y peluda" era algo que solíamos repetir las cuatro chicas del condominio ilusión -no puedo recordar quién lo inventó, pero me adjudico la autoría- hoy creo que es verdad, tal vez no moriré sola, pero parece que los pelos sí se están apropiando de mi y me están nublando la expresividá.
Están las cosas que me hacen hablar, y están otras que me hacen discutir, hay unas que me hacen reir y muchas otras que me hacen callar. Estas últimas son cada vez más, y no porque me haya vuelto muy sabia y prefiera observar, sino porque hay veces que en verdad, en verdad, no tengo nada que decir. Es como una especie de overwhelming pánico a la hoja en blanco, pero no solo en papel, también en la vida que pasa delante de mi. Es timidez, es bruma en la cabeza, es inseguridad. Es demasiado. Sucede hacia fuera y sucede hacia dentro, o sea, callo hacia fuera y es malo, pero callo hacia dentro y eso es más malo, creo. Lo extraño es que ultimamente prefiero no pensar mucho las cosas, las dejo estar un rato en mi, y después las aviento en mi distracción.
Con el tiempo he ido dejando a un lado los medios de documentación de mi mente, y de hecho enfrento grandes problemas manteniendo estse blog. El diario adolescentil (que sobrevivió mas de diez años) ya fue abandonado,( aunque sigo cargándolo a todas partes), el firme propósito de documentar mis reacciones a las películas que me gustan o que no me gustan es una tarea imposible, mi cámara se rompió y no he hecho nada por repararla, no puedo ni siquiera escribir un reporte de lectura (aunque eso se puede atribuir a otra gama de paure).
"Moriré sola y peluda" era algo que solíamos repetir las cuatro chicas del condominio ilusión -no puedo recordar quién lo inventó, pero me adjudico la autoría- hoy creo que es verdad, tal vez no moriré sola, pero parece que los pelos sí se están apropiando de mi y me están nublando la expresividá.
Comentarios
Palabra de Verificación: ykqyoq
Por cierto, sigue escribiendo. A mi me gusta leer.