Lista de pendientes-propósitos de verano tardío

Ea. Por fin acabé el cochino reporte tesístico. Hasta eso quedé medio satisfecha, y desde aquí quiero agradecerle a mi padre por hacerme ver la luz y ayudarme a no morir de asfixia en medio vaso de agua, porque ni a uno llegaba, me cae. Pero bueno, mi padre ni lee este blog, y qué bueno porque me daría pena. A mi todo me da pena, qué caray.
Ayer que terminé me quedé pensando en que ahora qué iba a hacer, de repente me sentí un poco sola y me dio un arranque momentaneo de angustia porque mi ser preocupón buscó inmediatamente todas las cosas por las que no me había preocupado por estarme preocupando por la tesis... de ese tamaño está mi locura.
Todos los días anteriores había estado haciendo un millón de listas imaginarias con las cosas pendientes que tengo que hacer, otras que quiero hacer y otras que voy a hacer. De hecho son casi las mismas cosas en los tres casos, pero con diversos grados de urgencia y/o importancia.
Una de ellas es regresar a este blog porque ya está muriendo de aburrimiento y yo también, a pesar de que me la paso pensando en las cosas de las que puedo escribir.
El otro día se me ocurrió algo muy bonito, pero mis cortos conocimientos cibernéticos bloquearon mi emoción. Quería poner mis tres canciones favoritas del verano para que my lovely readers pudieran oirlas mientras leyeran mis tonteras... pero pues no se cómo. (Si alguien quiere ayudarme pues cáigale a los comentarios) . Otra menos emocionante fue relatar la anécdota del chilpachole de jaiba que me comí con mi abuelo, alongside mis reflexiones con respecto a los restaurantes de mariscos y las altas probabilidades de encontrar ahí a señores haciendo negocios o hablando de cosas importantes, osease cualquier cosa que amerite que no vayan sus esposas y que se den constantes palmadas en la espalda mientras hablan golpeao y mojan sus bigotitos en el caldo de camarón... pero bueno, esa se quedó en el tintero y perdió vigencia, además de que acabo de matarla.
Sin más decidí dejarala en ésta que es otra de mis listas, para no perder la costumbre enumerativa.

1. Buscar casa en Bergamo
2. Contestar mails añejos
3. Ir a Pueblou y ver a la gente
4. Llamar a unos cuantos amigos olvidados
5. Xalapear y ver a la poca gente que conozco todavía aquí --los Sanes y Yolis que ya se casó
6. Cocinar, que en esta casa se come horrible
7. Comprarme ropa
8. Cortarme el pelo, en un intento más por dejar atrás mi look de palmera ochentera
9. Copiar todas las películas de Luis Buñuel que encuentre a mi paso (lo que implica componer el quemador de DVD y conseguir otra VHS, comprar DVDs quemables y videocasettes)
10. Terminar de convencer a mi mamá de que me preste su tarjeta de crédito para comprar una lap-top a 12 meses sin intereses (ya casi lo consigo, y así no tendría que componer el quemador de DVD mentioned above)
11. Mandar a arreglar la Olympus setentera y mi nikon infamemente rota pero además comprarme una cámara digital
13. Volver a ver Mar Adentro
14. Terminar La región más transparente (que no he podido entender y ya voy a la mitad)
14. Refrescar mi italiano
15 Dejar de morir de miedo amoroso, ir a SanCris a ver a Androleja y ver si sigue mascando la iguana y de qué lado

Y ya pues. En poco más de un mes y combinado con la convivencia familiar (que está super intensa) y los preparativos para el viaje de regreso
Me dará, me dará tiempo.

Comentarios

Anónimo dijo…
Podrias añadir a tu lista el ir a un encuentro de blogs este 1 de septiembre aqui en Xalapa ¿como vez?

la información más exacta esta por aca:

http://blogsxalapa.com/blog/encuentro_de_blogs

Entradas más populares de este blog

Diez años

El miedo no anda en burro