Notas

Mi viaje de regreso fue largo-largo. Paré en Madrid y fui al Summercase, un festival donde por fin, por fin vi a Belle & Sebastian. Fui muy feliz aunque fue un concierto corto, me llené de energía, brinqué y canté y bailé y reí y lo disfruté horrores. Me enamoré de Stuart y de sus gestos y bailes y de su voz de la que ya estaba enamorada de todas formas.
El festival tenía un line-up impresionante: The Cardigans, Massive Attack, Daft Punk (Los "Daaf Pank", jaja) pero amí realmente no me importó mucho porque no soy muy fan, sólo fui por B&S y Sigur Rós porque además a mí eso de los conciertos en dosis intensivas no muy se me da, es más, creo que me hubiera gustado sólo ver a B&S pero perderme a los islandeses era un gusto que no me podía dar. Y no es que no me haya gustado verlos, de hecho son impresionantes y además por mucho tiempo viví con el sueño de verlos, más bien lo que pasa es que me hubiera gustado quedarme con la emoción de B&S y no haberme amargado con la chafencia del público de Sigur Rós. No sé, para mi Sigur Rós es más entrar como en un estado super relajado, sentir la música y dejarme llevar por las luces y las imágenes que proyectan..no se, tal vez es una payasada mía, pero la banda indie madrileña me puso de mal humor, en primera por ser tan indie y luego por sus empujones y faroleadas y su pedir a gritos starálfur (tal vez la única canción que todos conocen porque habla de elfos y que por suerte no cantaron) y su "corear" -sí, en perfecto islandés- el estribillo de las canciones al tiempo que acompañaban con el brazo el ritmo de la batería...aaaarrrghhhh me brotó un amargue impresionante, me enojé y me fui a sentar lejos por ahí. Luego me acordé de B&S y se me quitó el coraje, y me di cuenta que ya estoy medio vieja para estas cosas (aunque ni de joven lo hice) y que tal vez la principal razón de mi amargue es que estoy en un momento de mi vida mucho más Belleandsebastianesco que hace unos años en que estaba Sigurrosesca y me daba golpes de pecho apasionados con su música..beh, quién sabe.