las gatas

Aich, chales, aaaarg... es inevitable. Soy la reina del agobio. Dios mío, yo creo que puedo registrar más de 10 formas de agobio: el de temprano por la mañana: "¿qué haré?", "no me va a dar tiempo, mejor voy primero aquí y luego agarro el camión allá... o será más corto por aquí.. o mejor no lo hago mañana?"; el de en la noche: "otra vez no fui a X, se me olvidó hablarle a Y, y me puse a ver Rebelde (horrrrrrrror!)"; el de fin de semana: "cuántas semanas quedan para el 8??, chale, ya se me fue otra semana, no he hecho ta ta ta ta (cada ta es una cosa sin hacer)"
y así podría seguirme, el agobio es un estado de ánimo casi permanente en mi persona, por lo cual recibo, de Androleja principalmente, los siguientes comentarios: "no tiene caso que te preocupes, organízate y ponte hacer las cosas", piensa que no te va a dar tiempo de hacer toooodo, ponte metas fijas... (...) (...)"
y bueno, cómo se hace eso, yo no se, y nunca lo he sabido, soy experta en echarme el mundo encima y desear con fervor que todo se solucione solo (si pudiera meterme abajo de la mesa como Homero, lo haría).
La cosa ahora es que son muchas cosas juntas, cosas cotidianas que hay que resolver y que me preocupan, requisitos para la beca que hay que cubrir pronto y que principalmente no dependen solo de mí e.g. visa (mala primera experiencia en la embajada italiana, solicitud rechazada), traducciones o-f-i-c-i-a-l-e-s de hasta mis apuntes de primaria, y, por supuesto y como siempre, falta de dinero: para boleto, para caprichos semi necesarios (lap top, cámara digital, ropa invernal), para maletas, etc.
Hoy a mi agobio se aunó la operación de Julieta. La pobre infeliz fue llevada la Clínica Veterinaria de la Nueve que está en la 25 (??) para recibir, sin haberlo pedido nunca, tremendos cuchillazos que le rebanaron sus pequeñas trompas de falopio pa que no vuelva a producir mininos.
Yo hubiera preferido nunca operarla, digo, ya ni va a estar conmigo. Pero Laura (hermana de Androleja, futura madre adoptiva de Julieta) me lo pidió como condición, y pues ni modo.
La pobre tiene una rajadota y 5 puntos, está como borracha y no ha comido ni bebido nada. El veterinario dijo: "no puede saltar" (cómo carajos hago que una gata no quiera saltar???), "no puede lamerse la herida" (todos sabemos que es malo y no te lleva a nada... pero cómo se lo explico a Julieta, quien insiste en arrancarse las vendas??), "la tienes que vigilar todo el tiempo" (mmmm y las cuatro horas diarias de italiano, la búsqueda de traductores o-f-i-c-i-a-l-e-s, las fotografías de chiles en el mercado, las entrevistas que faltan????), "la tienes que traer cada tercer día durante dos semanas para curaciones y para quitarle los puntos" (hoy tuve coche, pero pasado ya no tendré, ni después ni después ni después... así que: taxi, camión?)
Y además me preocupa porque va a estar delicada en estos días, y qué tal que no sana en el tiempo que dijeron, qué tal que se le infecta, que tal que mientras yo no estoy trata de subirse al sillón y se le abre la herida y se desangra y llego y la encuentro agonizante?????
Y luego viene el dilema de la otra, su hija Salomé a quien no he podido instalar en ningún lado, está enorme y no me quiere, me huye. Hoy también le huye a Julieta porque huele a químicos extraños, entonces anda toda asustada porque, supongo, se siente sola y extraña sin su madre (quien convalece sobre un sarape).
Hoy, por lo tanto, me sentí sumamente abrumada, fui a dejar a Androleja a su casa y me regresé llorando tooooodo el camino (lloren y manejen al mismo tiempo y se van a sentir super seguros al volante). Mi llanto es semi-cotidiano (ultimamente lloro casi cada tercer día), y me ayuda a desahogar mi agobio, aunque no me aclara mucho la mente , es más bien un poco sordo y semi autómata... creo que merece un post aparte,
así que... smug, sniff, buaaaaa, ahi se ven