When I get to the bottom I go back to the top of the slide where I stop and I turn and I go for a ride, 'till I get to the bottom and I see you again Natasha dice que ella es drama-addicted y que es por eso que los eventos de su vida siempre, invariablemente, le pegan intensamente, en formas gloriosamente excesivas, inimaginables, indescriptibles y de un romanticismo a veces impensable para estas épocas. Yo, que soy su compañera de altibajos y que me carteo con ella constantemente -como hacían los Románticos en sus tiempos- me impresiono con la facilidad que tiene para enamorarse intensamente, por lo menos cada dos meses, de un hombre distinto. Me impresiona su fuerza para sufrir a gritos y romper vasos y botellas y para después integrar todo a su colección de experiencias vividas -y vívidas. Me impresiona porque yo tiendo a vivir todos mis dramas hacia adentro. Casi nunca he sido protagonista de desastres amorosos, peleas pasionales o pleitos arrebatados. Y a veces, cuando la leo ...