Tenía años que no oía a Radiohead. No sé por qué ya no lo oigo, antes me hacía llorar horrores. Cuando tenía como 18 años y hasta que cumplí unos 24 Radiohead era para mí como rezar. Me acompañaba y me hacía sentir bien, o me hacía sentir tan mal que me hacía sentir bien. Lo oía y lloraba, lloraba y necesitaba oírlo. No oía casi nada más, todo lo demás era superfluo, Radiohead me hacía pensar y todo lo que pensaba tenía esa especie de desesperación desesperanzada que hay en su música; no puedo decir ahora todo lo que influyeron su música y sus letras en mí, es algo enorme en mi vida. Después se me quitó la dependencia, pero se me quedó el amor por ellos, más que amor veneración, veneración a la voz de Thom Yorke, veneración a mis lágrimas pasadas, qué sé yo, veneración a mi historia dramática con soundtrack; al final más que nada veneración al pasado, tal vez idealizado, de mí misma. Luego vino el olvido, dejé de escucharlos, oía, y oigo sólo algunas canciones algunas veces, nunca más ...