Aquí no enseñamos a abrir latas
Rara vez me meto a investigar lo que dicen las estadísticas de las visitas a este blog, así que no me había dado cuenta de que, desde hace ya un buen rato, lo que le da popularidad a mi espacio egocéntrico de quejas y suspiros es aquel viejo post en el que describo cómo me destazo un dedo malabriendo una lata de atún. "Cómo abrir una lata de atún" parece ser una búsqueda común en google, y así, por lo menos 18 personas hambrientas, y tal vez frustradas por no poder acceder al sublime pescado enlatado, han terminado leyendo una atropellada descripción de mi sangriento cocinar. Como mi vanidad no conoce límites, no dejo de preguntarme si será que alguno de ellos habrá leído el post completo y ahora me lee con frecuencia, ¿el destino habrá logrado reunir aquí a una pequeña comunidad de comedores de atún? Realmente espero que no. Y no es que 18 personas harían una gran comunidad, y tampoco es que me moleste que las personas vengan a mi blog... pero ya quisiera poder reunir a una...